ESTOY DE VUELTA...

Estoy con un ligero dolor en la cadera. En esa zona donde doblamos la pierna, y sinceramente no me esta haciendo mucha gracia porque empiezo a cojear a lo tonto. No se si es efecto del frío y el andar, pero vaya...que una aun es jóven para tener ciertas "taras", no?

Mi viaje por tierras Asturianas merece una entrada. Me encantó. Hubo de todo, buen tiempo, tiempo medio, esos microclímas que hacen que uno no se despegue del paraguas. Conocí Ribadesella, Cangas de Onís, Covadonga, Oviedo, Gijón, y recorrí el Sella (solo 10 km... toda una pericia, contando con que me tocó ir sola en la canoa!).

Nada mas subir al autobus que nos llevaría rumbo al norte, reconocí a la chica que me presentaron cuando me inscribí y con la cual me dijeron que compartiría habitación. Pues bien, ella iba con otras dos, y como rondaban mi edad (dos de ellas un poco mayores que yo) congeniamos bastante bien. Chicas sencillas, graciosas (inciso, nunca me había reído tanto en mi vida, la de ocurrencias que tenían estas chicas ... ¡bárbaro!).

El grupo se dividía claramente entre la gente de los veintimuchos en adelantes, frente a los ventipocos. Claro ejemplo para mi era que los mayorcitos poco nos entreteníamos en nuestro atuendo, algo mas informal, sobre todo por las noches que no dudabamos en seguir con las botas de montaña o calzado deportivo, pantalón montañero o mallas deportivas frente a las mas jovencitas, que se atrevían con manoletinas, botas de vestir y shorts, y una hora en arrelgarse para salir a descubrir los lugares de bares por Ribadesella. Sinceramente, con la lluvia que caía, el frío y demás...una que escribe que no estaba para lucir piernas en esas condiciones climatológicas. Será que iba con el vestuario justo para entrar y salir del albergue. Las excursiones muy programadas, pero bien montadas.

El guía genial, aprendimos algo de historia, climatología, costumbres de la región, y nos reímos con las historias de Pelayo, Leticia (anda que no le dan publicidad a la princesa de Asturias), la sidra... Y la comida, mucho nos recordaba a los típicos menus de madrid. Aunque me quedo con la fabada asturiana, oh! delicia para mi paladar. Siempre acompañando nuestras comidas con nuestro vino con casera (que colores se nos ponía!), y la sidrita que no pudo faltar. Un apunte, el preñado... oh, oh, oh!!! (se me cae la babilla). Una, que es de buen comer.

Buscado en internet, pero que es este el que comí!

En cuanto a las chicas que conocí, como os dije, imposible haberme reído más. Y como una es de callar mientras va conociendo a la gente, lo que si no me faltó fue ese sentido agudo de la apreciación. "Anda con Olivia, no habla mucho pero a la que suelta algo nos deja calladas a las demás". Hablar si que hablé, pero había ciertos momentos en los que escuchaba atentamente, a ver por donde salían en sus comentarios, estas chicas ya conocedoras de estos viajes y de la gente que suele apuntarse a los mismos.

Y antes de terminar, deciros que mi bajada por el Sella fue en solitario porque la que hubiera sido mi acompañante se rajó, le dió miedo y prefirió no subir. Así que yo valiente donde las haya me fui sola (el grupo terminó siendo impar, así que no me quedaba otra ). Lo mas cachondo fue el comienzo, que sí que me dio un poco de miedo, y es que nos lanzaban en la canoa por un tobogán vamos, como bajar la montaña rusa.

No es mi foto, sino de internet...pero era esta la bajada!

Lo malo fue el clima, hacía frío y los trajes de neopreno no nos cubrían por completo. No me volqué!!!! (yujuuuuu!), así que mis 10 km fueron bien llevados. Pero estaba muy cansada para terminar todo el trayecto y me moría de frío. Esto en verano tiene que estar genial, pero ahora como que no. Igualmente yo lo disfruté, pero si me dan a elegir, mejor en veranito.

Ya de vuelta, vengo con las pilas cargadas. Con ese dolorcillo en la pierna que imagino será efecto del frío y demás (espero).

¿Vosotros, que tal?