lunes, 28 de noviembre de 2011

No es un buen día

¿Por qué demonios las cosas no pueden seguir yendo hacia donde me gustaría? de pronto basta un simple comentario para hacerme pensar, y dudar, y ahogarme en mi desesperacion inerior.



Vereis, según el diagnóstico esto que tengo es una depresión leve....leve, porque puedo salir de casa, hacer mis cosas sola, porque busco ayuda y aunque esto sea como una montaña rusa, o una noria...llamadlo como querais, pero para mi es como volverme loca. Llevaba semanas con esa tristeza y vacío encima, preocupandome por todo...si no tengo mucho apetito, si no puedo dormir bien, si siento que tuvieran que tirar de mí para que yo pueda hacer las cosas, o esa falta de deseo, y sí claro....si esto me pasa sola tal vez no me aungustie más, no darme cuenta de lo mucho que se preocupa mi familia, o no emocionarme por la alegría de mis amistades, incluso de las cosas buenas que me pasan (despues de mas de año y medio empezaré a trabajar, solo unos meses, pero lejos de alegrarme...caray! estoy asustada!).


Desde fuera, se que mi posición no es mala, pero son tantas cosas... Es como si a mi edad, me diera miedo todo...empezar las cosas, ver un futuro que en vez de ver la parte bonita siempre termino viendo primero lo que menos me pueda gustar. Y por supuesto, que como en su momento metí en mi saquito de angustias a mi pez, es quien paga los platos rotos. Es decir, de alguna forma le he puesto a él por delante de todo, como si mi felicidad dependiera solo de él, de mi micromundo que sostenía mi equilibrio en durante el año pasado y la mitad de este era él y mis manualidades formaron parte de mi todo. Y era feliz con ello. No veía mis propios problemas, que tal vez no lo fueran realmente, pero el echo de volver a casa o quedarme sin trabajo en su momento lo pude llevar bien, el que me afectaran ciertas críticas de otras personas, o amistades, se quedaban ahí...nunca estallé en cólera con nadie, sino que me sentía fatal, tratando de explicarme, sintiendome culpable por nada... como si todo tuviera que estar bien, sino yo no me sentía bien. Ahora, en este instante, siento otra vez ese caos.




¿Por qué? si conseguí estar tranquila...asumiendo que si tengo esto, hay una serie de síntomas, que todo sea producto de mi mente...ok, es jodido esto, como me dice una amiga "estas asi porque quieres", o "quitate esas gilipolleces de la cabeza"... os juro que ojalá fuera fácil, y a ratos, creo que lo he conseguido. Por eso decía que uno puede ver las cosas como quiere. Cuando se consigue...ahora, de verdad...detesto que mi madre me haya dicho (aunque fuera con todo el cariño del mundo, porque se preocupa) lo que le parece desde su punto de vista conservador y de lo que ella cree que debería ser, el como he llevado mi relación con mi chico. Me ha hecho sentir mal, para mí es un choque interno el hacer las cosas (en este aspecto) pensando y sintiendo que no hago lo que deberia de hacer, con lo que luego he hecho porque así he querido... ¿como me siento ahora? fatal... ¿por que no puedo simplemente dejarlo pasar? ¿tan importante es para mí lo que me ha dicho? en vez de dejarlo pasar, estoy haciendo que esa bola de nieve crezca otra vez. De lo bien que iba yendo a ver a mi chico, llegué llorando... y con esa espina clavada. Me bloqueo, y nuevamente siento que quisiera desaparecer, huír...de todo... y todos (me abstraigo tanto... que lo poco que empezaba a fluír se me ha estancado otra vez). Ni con mi familia, pasan estas cosas y por mucho que mi madre me diga que quiere que yo sea feliz, me jode que me diga lo que piensa de cosas que.... no comparto con ella, y aun así, lejos de sentirme bien con mi proceder, a día de hoy, que tengo todo descolocado eso es una gotita más para venirme abajo. Y con ello, abajo con todo. Otra vez siento no sentir nada por nadie... se que no me puedo forzar, y me siento muy mal.




La semana pasada (lo leo, y no me lo creo...y casi me entra el llanto porque quisiera sentirme como hace unos días) parecía que me iba encontrando mejor. Son esos momentos que uno cree que ya has halido del hoyo, pero claro...solo cuando caes otra vez te das cuenta que no, y ya estoy harta. Harta de ser tan debil... (o de sentirme así).


P.D: (Por la noche) Nada mejor que ponerme a cocinar la comida de mañana, sin duda me ha

servido para distraerme y relajarme ...

martes, 22 de noviembre de 2011

Empezando mejor la semana...

Estos momentitos de paz me gustan. Silencio en la azotea, sobre todo eso.

De pronto es como quitarme una venda y ver las cosas mas claras. Esa realidad que uno decide ver. La que mas nos gusta. No solo la que más nos pueda encajar.

Independientemente de mis asuntos por resolver (esos que son objetivos y que no dependen de mí, y esos menos objetivos y que solo dependen de mí- y que requiere su tiempo y paciencia...mucha paciencia sobre todo por mi parte-), me ha gustado empezar mejor esta semana.

De echo, algo que me ha encantado es que junto con mi hermanísima nos hemos programado el menu de la semana. Sip, cocinando por las noches para no tener que hacerlo a medio día (anoche cocinamos tres comidas distintas, hala! luego a congelar y despues a elegir el plato del día, jeje).

Vaya, no voy a pensar cuánto me va a durar este estado... sonreír, alegrarme de escuchar a mi pez, tener hambre (chocolateeeee...que rico, y me da igual que me hayan salido un par de granos por ello, jeje), y dormir algo mejor... ¿será posible? no...se que aún no. Pero esto me anima.

A ver si consigo terminar la semana así...y empezar otra nueva con otro tanto para Olivia :-).

P.D: Por cierto, os recomiendo Pedacitos de Muerte, obra de Eduardo Fanegas (en nada famoso escritor, jeje). Lo he empezado a leer, y de lo poquito que he leído me gusta. Os lo recomiendo!

viernes, 4 de noviembre de 2011

...

Efectivamente...solo desde la serenidad uno puede tomar decisiones. Y también saber escuchar a tu corazón (sobre todo cuando te desbordan los temores) y no liarte en esa espiral sin retorno.


Y antes que eso, uno tiene que aceptarse a sí mismo y sus propias limitaciones. Incluso si estas mal, aceptar que estas mal. No es fácil, nadie quiere verse (ni que le vean) débil. Pero parte de la paciencia con uno mismo, es aceptar esto, permitirse estar mal y que no te importe que te vean mal. Ya habrá tiempo para sonreír, y que te hagan sonreír (y conseguirlo!). Por eso la familia es muy importante, y las personas que te quieren... es más, a veces cuesta dejar de mirar para uno mismo, y cuando ves hacia fuera (el exterior, la realidad) puedes sentir lo que los demás sienten (y darte cuenta de lo que sienten por tí...).


La cuestión es no perderse uno mismo. Y cuesta, (me) cuesta mucho a veces. Así que gracias a todos por regalarme una cálida sonrisa allá desde donde estéis.


P.D: he salido y me he despejado un poco, y luego he sonreído otro tanto con esa llamada (a la misma hora, como siempre).