lunes, 11 de junio de 2012

Idas de pinza....

Cuando los ánimos no acompañan, no acompañan.

Ains...qué decir, que hay días grises y otros más claros. Me fastidian los días grises, pero qué remedio. Existen. Y sí, a veces son tan turbios que empañan las pocas ganas y ánimos que tan preciados se me hacen. Hay momentos en los que tengo que decir a mi voz en off  "calla, ¡silencio por favor!" porque la verdad es que cuando le da por hablar muy alto no es para decirme cosas bonitas. A veces consigo dominarlo, se supone que a base de entrenarse (como quien dice) se consigue tener un diálogo positivo con uno mismo, hasta eso uno tiene que hacer para que uno mismo no se sabotee.

Los miedos... normales a veces, anormales cuando cobran dimensiones incontrolables.


"Después de tener un sueño que hizo que despertara alterada, Olivia no conseguía volver a conciliar el sueño. Tampoco consiguió recordar lo que soñó. Sabía que no había sido algo agradable porque sentía una sensación desagradable en el cuerpo, como nervios que no conseguía controlar. Hizo su respiración más ritimica y profunda, para calmar su ansiedad. Aún así, se quedó con esa sensación "rara". Así empezó su día, olvidando poco a poco ese incómodo amanecer. En algún momento su mente volvía sobre aquella extraña sensación, sin saber cuál era el motivo, simplemente le preocupaba recordar y sentir aquella primera emoción de la mañana. La mente, qué juguetona es con nosotros. 
Después de tener un día agradable, llegó la noche. Alguna cosa buena se quedaría en su mente, "espero tener un bonito sueño" pensó. Y se quedó dormida.


Olivia se encontraba en un lugar oscuro y gris. No sabía como había llegado hasta allí... nunca conseguía recordar como aparecía en los lugares donde aparecía. No podía recordar lo que había hecho el día antes, pero que mas daba, ella tenía que seguir su vida. En el momento menos pensado, todo terminaría y volvería a esa otra realidad, la que llamaban estar despierto."  (by Olivia)

P.D: supongo que alguna vez nos hemos preguntado si estamos soñando o viviendo realmente nuestra realidad.