martes, 12 de enero de 2010

NO ES LO MISMO...

Muy de tanto en tanto voy a tomarme algo al bar que esta cerca de mi trabajo. Hay dos, y suelo ir siempre al mismo. No hay mucho donde elegir como veis. Además, aunque sea de tanto en tanto, pero ya me conocen.

- Olivia, ¡Feliz año! - era Santi, el camarero, mediana edad, regordete, calvo, y con perilla del día antior.
- Feliz Año Santi! - me acerco a la barra, y como ya es la hora de comer y no me voy a pedir un menú, me pillo el sandwich doble, es un mixto y vegetal, todo en uno...pero no mezclado, eh? sino qué impresión!
- Toma Olivia, un poco de caldo de cocido- Santi, muy amablemente me acerca una taza de café con el caldo en su interior. Oh! que calentito al coger la taza. Y ni corta ni perezosa, un trago que le doy...

Horror! por una milésima de segundo quise escupir inmediatamente lo que había en mi boca, no porque estuviera malo... es que estaba hirviendo! un pequeño sorbo y sentí mi lengua como una lija. Y tragué sí, tragué el caldo, pero sentí como rozaba el líquido la parte interior de mi boca...el paladar, y luego la garganta. Joer! menos mal que no salen ampollas sino ... No le dije nada a Santi porque estaba lejos, pero oh! my tongue! mi lengua!.

Esto me recordó a aquella vez que un amigo argentino nos invitó su preciada hierba mate. Tenía el recipiente típico, también llamado mate, y su bombilla, una pajita metálica, que tiene como un coladorcito para que no se pase la hierba. Daba gusto verle beber, ya que a cada ratito añadía agua de su termo, daba pequeños sorbos y parecía disfrutar a cada trago. Desde luego, súper hidratado, jaja.

http://ayudabuenosaires.files.wordpress.com/2009/07/mate-11.jpg

Como nunca habíamos probado el mate, le preguntamos "Ché ¿nos invitas?", "Clarooo", y muy alegre nos invitó el matesito. Echó un poco de agua, y nos dió el mate.

Le dí un sorbo, y ... mierda!, "Quema!!!", y mi lengua como una lija. "Sabe a rayos!", porque pude sentir ese sabor re-amargo. No me gustan las bebidas amargas, así que el mate... lo siento, pero no me gustó (aunque al parecer hay variantes, pero él nos invitó el amargo). Y menos beberlo hirviendo. Nuestro amigo se reía y mientras nos observaba, nos contó un poco de esa sana costumbre adquirida desde tan tierna infancia, o bueno, no se si tan tierna, pero que desde jovencitos lo beben. Diurético, viene bien para estudiar (debe ser como el café... y no me gusta el café) ya que ayuda a la atención y actividades intelecutales, antioxidante...vamos, muy completita esta bebida.

No es lo mismo un caldo (en taza) de cocido, que una hierba o yerba mate, ja! pero, el resultado pa mi, fue el mismo. Mi lengua como un cartón, snif, snif.

8 comentarios:

Winnie dijo...

Y con lo que tú hablas....la lengua atrofiada y quemada...CHUNGO.
Besotes Olivia

S. dijo...

jajajjaja y lo mal que se pasa con la lengua dolorida jajaja

Anónimo dijo...

Upps lo siento...

Ahora si que te hace falta un beso refrescante!!!!

Besos

Tony

Calvarian dijo...

Anécdota...Bar de Guardo, caldo hirviendo(tomábamos un par de caldos para arrancar...luego vinazo peleón de bar en bar) MI padre sorbe el caldo...
Quema papá????
traga...
que va!!!! se da la vuelta
echando humo por las orejas
Serás joputa jajajaja.
Dsscojono general con lengua quemada de padre y llorar de ojos de escaldado...pero casi picamos jajajaja
Bésix

Juan Carlos dijo...

En casa nos pasaba con mi abuelita. Esa mujer no tenía paladar o lo tenía de amianto porque empezaba a tomar el café con leche del desayuno, la sopa de la comida o el café de después de comer, estabas despistado, metías la cuchara al mismo tiempo y te quedabas sin lengua inmediatamente. Pero se se derretían las tazas... Y luego se reía de nosotros... ¡Ay!

Lala dijo...

Pues por eso yo me tomo el nesquick con leche fría! Jajajaja!
Alguna vez he caído con el caldito, sí...tengo que reconocerlo...y cómo se queda una!!! Ô_Ô

El mate sí que no sé cómo sabe.
Cuando lo pruebe, ya soplaré, ya...
XD


Un besito


Lala

Nat dijo...

Yo me quemo todos los días la lengua porque tomo el té del desayuno demasiado caliente... para qué decirte que incluso del interior de las mejillas a veces se me desprenden cueritos... jajaja
Saludos

anapedraza dijo...

¡Hola Olivia!

Ya somos dos, pero igual de mal me hubiera sentado tomarme la taza de caldo de codida FRÍA. Buag!!!

¡Un beso!

MIGUEL