Cuando sientes un equilibrio con alguien, creo que lo que más puedes temer es que ese equilibrio se rompa. Algunos lo llevan mejor, no trasciende en su vida si eso termina.
Ella dejó de esperar cuando su corazón se cansó de dar. Muchas veces le dije "si lo ves venir", pero ni caso. Daba dulces y recibía indiferencia. Ni caso a los dulces. Boba. Pero un día, se plantó en firme. "Que les den", me dijo. ¿En serio? no me lo podía creer. De verdad, fue pasar de los tíos (de esos que ella quería -siempre igual-), y ellos como mosca a la miel. Me dejó maravillada su nueva actitud. "Yo misma soy". ¿Y el sexo?, no lo quería. Ya había probado furtivamente esos placeres, con unos y otros, y ninguno le daba lo que quería. En realidad decía que no quería nada pero en el fondo, yo sabía que sí. Me lo contaba, lo veía en su mirada. Pero llegado a ese punto donde la veía crecer, cual abeja reina..., percibí que no necesitaba a nadie. Solo a ella misma. Me asustó un poco... no lo negaré. Parecía que sus sentimientos (tan a flor de piel, más de lo que cualquiera se podía imaginar) los tenía ahora encerrados en algún lugar de su cuerpo.
Pero un día sucedió lo que menos hubiera imaginado. Al poco de esta "nueva yo ", le presentaron a alguien que fue como una aparición (efectivamente, como un as sacado de la manga). Una aparición que se quedó. Cuanto menos ella creía en él, él más cerca estaba. No era un reto, es que simplemente le gustaba. Ella siempre caía bien a todos, me consta. Las veces que les vi juntos, no me cabía duda. Él le quería. He tenido ese extraño... ¿don?, he sabido ver en otros lo que nunca he acertado en mí, pero bueno, la cuestión es que ella se resistía... "qué dices...- sonrisa-, solo nos llevamos bien". Así se empieza querida, le dije un día. ¿Te gusta?... "no es para morise", me dijo. Anda, encima exigente. No está mal, es gracioso, buena persona, cae bien a todos, te-a-tra-e. Efectivamente, ella no lo quería admitir. Era lo que él era... sublime deseo, aroma, sentidos, sentimientos, el vaso lleno y no vacío...
Un día me la encontré llorando. Ya empezamos, pensé. ¿Qué te pasa?. Me gusta, siento una presión en el pecho... no sé que hacer. ¿Qué te parece, para empezar, dejarte llevar?. Lo he pasado tan mal. Nena, creeme, él... te quiere. Lo veo. Se nota, y si te das el castañazo, pues hala... no estarás sola, me tienes a mí (era verdad, aunque lamentara no ser un tío o que ella fuera uno... lástima no ser lesbiana, sino ya habría encontrado a mi pareja ideal...atracción cero entiendase).
"Te amo", fue lo que le dijo. En prosa, en verso. No sé como lo hizo, pero él encajó a la perfección con ella. "Caminemos juntos, sin agobios pero juntos". Es lo que ella le dice, y él asiente. Y sigo viendo eso, que él la quiere. Yo ya no le digo nada, ella sabe que si me necesita, estaré. Aunque ahora parezca como si todas sus historias pasadas nunca hubieran sucedido, como si todos pudieran llegar a ese estado de felicidad (embriagadora, y a veces ... mejor mantenerse a cierta distancia). Quien sabe.
* no soy yo, ni nadie que conozca... o parte de alguien tal vez.
Ella dejó de esperar cuando su corazón se cansó de dar. Muchas veces le dije "si lo ves venir", pero ni caso. Daba dulces y recibía indiferencia. Ni caso a los dulces. Boba. Pero un día, se plantó en firme. "Que les den", me dijo. ¿En serio? no me lo podía creer. De verdad, fue pasar de los tíos (de esos que ella quería -siempre igual-), y ellos como mosca a la miel. Me dejó maravillada su nueva actitud. "Yo misma soy". ¿Y el sexo?, no lo quería. Ya había probado furtivamente esos placeres, con unos y otros, y ninguno le daba lo que quería. En realidad decía que no quería nada pero en el fondo, yo sabía que sí. Me lo contaba, lo veía en su mirada. Pero llegado a ese punto donde la veía crecer, cual abeja reina..., percibí que no necesitaba a nadie. Solo a ella misma. Me asustó un poco... no lo negaré. Parecía que sus sentimientos (tan a flor de piel, más de lo que cualquiera se podía imaginar) los tenía ahora encerrados en algún lugar de su cuerpo.
Pero un día sucedió lo que menos hubiera imaginado. Al poco de esta "nueva yo ", le presentaron a alguien que fue como una aparición (efectivamente, como un as sacado de la manga). Una aparición que se quedó. Cuanto menos ella creía en él, él más cerca estaba. No era un reto, es que simplemente le gustaba. Ella siempre caía bien a todos, me consta. Las veces que les vi juntos, no me cabía duda. Él le quería. He tenido ese extraño... ¿don?, he sabido ver en otros lo que nunca he acertado en mí, pero bueno, la cuestión es que ella se resistía... "qué dices...- sonrisa-, solo nos llevamos bien". Así se empieza querida, le dije un día. ¿Te gusta?... "no es para morise", me dijo. Anda, encima exigente. No está mal, es gracioso, buena persona, cae bien a todos, te-a-tra-e. Efectivamente, ella no lo quería admitir. Era lo que él era... sublime deseo, aroma, sentidos, sentimientos, el vaso lleno y no vacío...
Un día me la encontré llorando. Ya empezamos, pensé. ¿Qué te pasa?. Me gusta, siento una presión en el pecho... no sé que hacer. ¿Qué te parece, para empezar, dejarte llevar?. Lo he pasado tan mal. Nena, creeme, él... te quiere. Lo veo. Se nota, y si te das el castañazo, pues hala... no estarás sola, me tienes a mí (era verdad, aunque lamentara no ser un tío o que ella fuera uno... lástima no ser lesbiana, sino ya habría encontrado a mi pareja ideal...atracción cero entiendase).
"Te amo", fue lo que le dijo. En prosa, en verso. No sé como lo hizo, pero él encajó a la perfección con ella. "Caminemos juntos, sin agobios pero juntos". Es lo que ella le dice, y él asiente. Y sigo viendo eso, que él la quiere. Yo ya no le digo nada, ella sabe que si me necesita, estaré. Aunque ahora parezca como si todas sus historias pasadas nunca hubieran sucedido, como si todos pudieran llegar a ese estado de felicidad (embriagadora, y a veces ... mejor mantenerse a cierta distancia). Quien sabe.
* no soy yo, ni nadie que conozca... o parte de alguien tal vez.
10 comentarios:
Qué difícil son los sentimientos...
Me ha gustado el relato
UN BESITO
A ver si entendí...
Ella rehusa enamorarse para no sufrir, pero eso no se puede evitar, así que cae finalmente en las garras del amor, ella, que se creía la más fuerte ante los sentimientos.
Sigue teniendo miedo.
Entendí bien la historia?
:D
Besitos
Lala
extraño y embriagador su relato
saludos!!
DUELE AMAR,
PERO VALE LA PENA TOMAR EL RIESGO
Lo mejor de todo es poder mantener la amistad............
Para volver a ser el hombro donde apoyarte........
Todos nos comemos el tarro y no es fácil estar solo.
Besitos
Cuando te pones...lo bordas. Sentimientos....¡qué dificil! Besos
LALA: Sí, la entendiste bien, aunque para mí ella deja de tener miedo al final. En realidad la que dice "te amo" es ella, ;) (me faltó ponerlo, pero quise que ese "te amo" fuera por parte de cualquiera de los dos -y parece de él, creo-,jeje). Besitos!
Ahí estamos..! La madre que me parió...
Un besín
pero que ha pasado?, no em aprecían actualizaciones tuyas y veo que me perdí la mitad del viaje?, voy a chequear eso urgente.
El cuento (ejem) es tuyo?, tienes un costado de escritora muy bien aspectado, espero seguir leyendo que nunca viene mal entender ese lado de la gente, eso si, dile a tu personaje que no se puede evitar ni el dolor, ni el amor, asi como la alegría, es parte del todo, lo malo y lo bueno.
Un abrazo, y prometo pasar aunque no me actualice, por las dudas!
Abrazo!
jlg
Supongo que todos podemos identificarnos algo en tus personajes del relato. Chiqui...deberías escribir más relatos, realmente lo haces bien. Escribimos uno juntos??? y lo publicamos en nuestros blogs??? Anímate guapa
Bésix
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