CORAZÓN DE ...

Una noche cualquiera, Olivia se puso ha hablar con su hada... he aquí un extracto de tan rayante conversación, algo tierna si cabe.

- Dime hada, ¿Por qué no me hiciste unos zapatos de cristal como a Cenicienta?

- ¡Já mía! - le contestó muy pachona la hada desde un rincón de la habitación- ¿Es que no te das cuenta, que unos así se rompen con ná?

- Ya, pero su hada hizo algo para que fueran zapatos de cristal, ¡irrompibles!

- Ay, pequeña...cuánto has de aprender... que esos zapatos eran de plástico transparente...

- Hum... bueno, bueno... y... dime, ¿no me puedes hacer un corazón así?
- ¿Cómo?... explícate que me estoy temiendo por donde vas a salir...

- Muy lista eres tú, lo sé - amplia sonrisa-. Verás, como dicen que el corazón se rompe, si me haces uno de plástico, digo yo, que durará más. Ya sabes, así no tendría que andar recomponiendolo. De echo, he confesarte que el mío si lo ves bien tiene trozos pegados, vamos, que no esta nuevito. Algunos se notan más que otros, aunque los más antiguos... bueno, se ven menos la verdad. Los más recientes más, pero - Olivia observando su corazón- no mucho... mira este lado, aquí ves que se hizo añicos, me costó un huevo pegar todas las piezas porque eran muyyy chiquininas, pero ¿ves? ahora apenas se nota, jeje...soy una artista! eso me pasó dos veces, uf! no sabes que trabajo, esta otra de aquí fue mas limpia, ahí si no te fijas mucho ni se nota la raja. Las que me cuestan mas son las que sin romperse por fuera sí lo hacen por dentro, ya sabes... se puede ver que se ha rajado, zas! una linea que si te descuidas puede hacer que se rompa de verdad, pero con un poco de paciencia va desapareciendo... duele, pero no mucho, me explico?

- ¿Me tomas el pelo? - dijo después de haber escuchado la explicación de Olivia.

- Pues no, lo digo en serio. Quiero un corazón de plástico. Plástico duro además, de estos que parecen piedra.-he hizo un gesto con las manos, como haciendo fuerza, y comprimiendo el gesto.

- Mmm... ¿Sabes que si se rayan, son peor que los de cristal? ¿Por qué mejor no uno de plástico blando?, así a lo mejor hasta rebota. - respondió con tono irónico la ha-di-ta.

- Quedaría feo, ¿no? rayado, o rebotar...nosé, nosé...- le contestó Olivia inocentemente.

- Ay... pequeña, me dejas flipá. Verás, tu corazón no es de cristal, ni de tela, ni de ninguna cosa que se pueda romper, ¿capicci? - se lo dijo levantando el dedo índice.

- ¿Ah, no?, joer, entonces, ¿por qué dicen que se rompe?

- ¡Leches! muchacha, si tu misma me lo has explicado bien! además, mucha imaginación tienes tú... "se hizo añicos" dices, buah! tonterías! tu corazón lo tienes aquí, entre pecho y espalda. Pero, en una cosa sí te doy la razón, has descrito bien lo que siente cuando "se rompe".

- Oñoooo! ¿y ahora por qué dices que se rompe?, no te entiendo... ¿se rompe o no? - preguntó confusa Olivia.

- Bueno... sí y no. Sí, si te da ataque al corazón, pero literal, ¿eh?. Pero no. Todo es metafórico! ¿entiendes?

- Ays...hada, no me vales pa ná. O sea, que no puedes hacer nada para que no me duela cuando me hacen daño, o haya algo que me cause dolor ¿eso quieres decir?... y ya sé, ya sé que es metafórico todo.

- ¡Menos mal!- hizo una pausa, y mirando a Olivia continuó-.Ni tampoco puedo hacer nada para evitar que se sienta feliz cuando siente felicidad. ¿Te das cuenta? Lo que puedas sentir tanto lo bueno, como lo malo, lo tienes ahí. No puedo hacer nada para que no te duela ni tenga pena, si es lo que deseas, eso pequeña, lo tienes que hacer tú. ¿Sabes cómo?
- No, desembucha ¡ya! ahí es donde quería yo llegar.
- Pues yo tampoco, pero tranquila... dicen que con tiempo y paciencia, lo que sientes es como mucha dicha, paz y felicidad. Incluso recordando los acontecimientos, no hay rastro de pena o dolor, ni siquiera hay sitio para el rencor. Recuerdas cosas, y si hay momentos agradables que recordar, seguro que son los que quedan, mas que los desagrables. Los desagradables, solo estan para incrementar la dosis de experiencia. Ya sabes, como prueba error o algo así.
- Ay... hada... entonces esa punzadita que aún tengo, se me pasará del todo, no?
- Que sí mujer, ¿punzadita? buah! eso no es ná. El corazón siente muchas cosas, por muchas cosas.
- Y no siente, también...
- Bueno, a veces es algo indiferente... - un gran bostezo. Venga Olivia, duermete ya... mañana será otro día.

Vaya zapatito...!