ACEPTAMOS BLANQUEAMIENTO...

¿Blanqueamiento dental? ¿gratis? o mejor dicho...si te entra dentro del tratamiento de ortodoncia porque te lo "regalan" pues ¿aceptamos, no? Hombre, ya tenía ganas yo de probar eso y ver si son capaces de aclarar mi bonita dentadura (toma! con lo que me ha costao!) un par de tonillos. No es que quiera tenerlo blanco nuclear, sería imposble, ni lo pretendo. Pero si se aclara un pelín, por mi encantada (si tuviera un esmalte "blanco" ni lo pensaría, pero como es un pelín matecillo, pues hale... ¿por qué no?).

Fuí, muy emocionada, a que me hicieran la sesión de luz, solo una...el resto será con tratamiento habitual, es decir con liquidillos para hacerlo en casa, ¿resultará? mis dudas tengo, pero... Total, que me senté en la silla del dentista y le pregunté qué me haría. Me explicó, y todo parecía sencillo. Ya cuando me dejó con la luz delante de los dientes me dijo "si te molesta algo, duele, o lo que sea levanta la mano inmediatamente". Una que no sabía por qué lo decía, si todo estaba ok! No pasaron ni cinco minutos (debía estar quince minutos...solo quince minutos! con dicha luz) y se me descolocó un poquillo ese plástico que te ponen para mantenerte la boca abierta. Hubiera agunatado sin pedir que me lo colocaran si no fuera porque me hacía un poco de presión y me molestaba. Así que una auxiliar me ayudó. Ayyy....ayyyy... no se si fue ella (sin querer) o algún movimiento de labios, la cuestión es que inmediatamente después sentí como si me picara la zona de las encías. Arggggghhhh!!!!! me picaba...arghhhhh!!! así que artilugios fuera. El dentista me preguntó, ¿qué pasó? y ... ¡yo que sé! bueno, estaba claro que la protección para las encías que me puso se descolocó. Y la lucecita casi me cuece la encía inferior. Snif, snif... cuando dijo algo de repetirlo me negué rotundamente. Hale, ya probé y lo he pasado mal. Así que nada, luz fuera. No quiero luz, encima que cuesta un pastón (porque esa sesión sí la tenía que acoquinar), y para lo que me han hecho ya podrían hasta pagarme, pero bueno, que ya esta todo bien. Efectivamente, como me dijo el dentista (después de echarme vacelina y agüita) la encía recobraría su color normal. ¡Qué maravilloso es el cuerpo humano! efectivamente, un par de horas mas tarde ese color a carne chamuscada habia pasado aun color rosita natural. Hoy ya estoy mejor, sin dolor ni nada.

Descartada la luz, seguiré con el método casero. Es decir, liquidillo que me den y pa casa. Veamos pues.

* Aquí os dejo (si podeis verlo genial, os reiréis, jaja) con un extracto del capítulo de Friends en el que Ross se blanquea los dientes, jajaja...qué bueno! (veis? algo así no sería natural, jajaja).