Recuerdo que cuando empecé a verla fue en casa de mi chico hallá por el comienzo del verano, "esta muy bien la serie" me dijo. Y yo le dije "venga, ponme algún capitulillo". Y me encantó. Pero, será que me pilló en mis días sensibleros, como tratan temas emocionales y de parejas y no parejas (mención a parte del eterno tío cabroncete ligón... Barney-un crack!), recuerdo que me puse a llorar viendo uno de los capítulos (era de risa, pero yo solo veía la parte emocional).
Sí, tal como lo leeis. Llevabamos poquito tiempo juntos, y me ponía a llorar por primera vez viendo una serie que hasta el momento no tenía ni idea de su existencia (bueno sí, pero no la había visto). Se que desde que empecé con mi pez, algunos pensamientos míos fueron el temor a que las cosas no resultaran como imaginaba, o simplemente que mis (confusos) sentimientos no cuajaran, y el solo hecho de dejarme llevar no fuera suficiente. Si bien, cuando no pensaba en nada, y disfrutaba de esos pequeños (iniciales) momentos con él, realmente me sentía muy contenta. La cuestión es que viendo aquél capítulo (que ahora no recuerdo) sentí que tocó esa parte de mis emociones. Y se lo dije, y me escuchó, y me miró, se rió diciendome "hija, no des vueltas a las cosas... la serie es graciosa"... y recuerdo que me abrazó durante un laaargo rato (y me sentí muy a gusto...). Sí, sí que lo es, pero esa neuronilla femenina no solo ve una serie graciosa, sino que asimila los argumentos (y se descojona con Barney).
Habiendo pasado ya muchos meses desde entonces, y habiendo visto casi todas las temporadas de la serie, puedo decir que tocan temas interesantes, y hay que verlos tal como quieren que lo veamos, riendote de esas situaciones absurdas que nos puede suceder a cualquiera...ya tengas pareja, no la tengas, la quieras tener o no la quieras tener. Hay para todos los gustos.
Habiendo pasado ya muchos meses desde entonces, y habiendo visto casi todas las temporadas de la serie, puedo decir que tocan temas interesantes, y hay que verlos tal como quieren que lo veamos, riendote de esas situaciones absurdas que nos puede suceder a cualquiera...ya tengas pareja, no la tengas, la quieras tener o no la quieras tener. Hay para todos los gustos.
Alguna otra vez mi pez me ha visto llorar de emoción, y si bien antes le asustaba/sorprendía la facilidad con que se me cae la lagrimilla, la última vez me dijo (acariciandome y sonríendo) "voy conociendote pequeña... es de emoción, verdad?? pero qué flojeras me eres petardilla...me lloras con ná, jajaja". Bueno, no es que llore con ná, solo cuando me sale. Y como el nunca llorará a menos que le haga llorar una cebolla al cortarla, pues hala... las lagrimillas (de emoción) las pongo yo.