lunes, 16 de noviembre de 2009

AMANECER...

Hoy me voy a invenar una historia...

Olivia se despertó muy pronto, estaba sola en casa. El silencio era lo único que escuchaba, y a sí misma, bajo el edredón. El sonido de la sangre que circulaba por su yugular, como latidos del corazón. Apartó de sí el nórdico, para no escuchar el fluír de su sangre. Así solo escucharía sus pensamientos: "Qué sueño..., Levántate..., Pensará en mí?..., Qué metida de pata, deberías cerrar el pico y no decir lo que sientes a nadie..., Mierda...como me gustaría que estuviera aquí abrazandome...sus besos..., Tengo ganas de ir al baño, Quedarán cereales?...leche?...".

No solía dormir desnuda, pero esa noche quiso hacerlo. No hacía mucho frío aún, y su edredón abrigaba mucho. Su piel en contacto con las sábanas, nada más. Sus manos buscaron su propia piel, sus pechos, sus muslos, su vientre... pero no tuvo ganas de más. Por la noche solo recurrió a su imaginación. Qué mejor que poner un rostro, o un cuerpo a tu "acompañante" nocturno. Sí, sintió acariciar unas manos mucho mas grandes que las suyas, sintió el suave tacto de sus cabellos. Imaginó acariciar su rostro, y recorrer con sus dedos su perfil...y detenerse en sus labios (algo carnosos y apetecibles), y sentir de pronto como él le abrazaba fuertemente por la cintura y le acercaba a sí, piel con piel, vientre con vientre... En un segundo esfumó de sus pensamientos esos recuerdos, y dejó de imaginar. Sintió un vacío extraño. Un estremecimiento por todo su cuerpo, cerró sus ojos y se quedó dormida.

Por la mañana se despertó con sensación agradable, sintió su boca algo pastosa, pero se sentía vital. Fue a la cocina, y se sirvió un gran tazón de leche con cereales. Aún no había amanecido. del todo. Se dirigió al salón, y abrió la puerta que daba al balcón. Se apoyó en la pared, y se quedó mirando el horizonte. El cielo. Era muy pronto aún, demasiado pronto. Tanto, que pensó que debería ir a la cama otra vez. Pero no sin antes disfrutar un poco mas de ese amanecer, con colores rojizos, amarillos, blancos, .... era como si el cielo se tiñera de sangre, para dar paso a la claridad y ese azul celeste tan bonito.

Pensó en vampiros, en colmillos, en sangre fresca. Se tocó el cuello...y sintió dos pequeños orificios...
http://poesiaybelleza.files.wordpress.com/2009/02/mordida_de_vampiro.jpg

6 comentarios:

Winnie dijo...

Qué bueno Olivia y qué sorprendente final! Me ha encantado. besos y regálanos más relatos así.

Anónimo dijo...

Jooo Oliviaaa, que te voy a decir...me ha encantado! Y ademas...yo quiero ser vampiro..jejeje

Mil besosss

anapedraza dijo...

¡Hola Olivia!

¡Vaya final! ¡muy bueno!

Yo quiero que inventes más relatos, anímate porfa.

¡Un besote!

MIGUEL

Lala dijo...

Ottia! :O
Me has dao la sorpresa con el final, jajaja, no lo esperaba!!!
Anda y andaaaaaa que no sé si abrir esta noche las ventanas, aunque haga ya pelín de fresquete, y meterme en cueros a la cama, jajajajaja!
Oye, si no duele...
Jajajaja!


Un besote y sigue sigue inventando! ;)


Lala

Calvarian dijo...

Vaya noche jejeje. Movidita eh???
Vampiresa jaja
Bésix

liver dijo...

A la próxima mi niña, no dejes noches con asignaturas pendientes que después te hagan soñar con vampiros que dejan heridas que tardan en sanar.
Mejor aquello de..."que me quiten lo bailao".
Oye guapa... date el gustazo de que te echen de menos y te busquen.

Un abrazoooooo